Desde septiembre de 2019, la psicóloga Florencia Giordano es la jefa del Área de Reclutamiento en Recursos Humanos de Mina Veladero, una de las operaciones con mayor número de trabajadores en el país. En ese lapso, se duplicó la cantidad de mujeres en el emprendimiento y la cifra asciende a 154 empleadas.
Surgida académicamente en la Universidad de Buenos Aires (UBA), Florencia cuenta con una especialización en Psicología Organizacional y del Trabajo y su formación siempre estuvo orientada a la psicología laboral, rama en la que se desempeña desde hace más de 15 años.
Comenzó su tarea profesional en el rubro de las emergencias médicas, y Mina Veladero se convirtió en su primera experiencia en este tipo de industrias. “Llegué a la provincia de San Juan para sumarme a esta propuesta que me hizo conocer un mundo nuevo que me apasionó desde el primer minuto. Al momento de aceptar, el desafío fue grande y mi vida era muy distinta a la de ahora: vivía en Buenos Aires, con otro ritmo, junto a mi marido y mis dos pequeñas hijas. Ahora, cada vez que subo a Veladero mi marido es el que me da soporte, y por eso en las charlas siempre hablo de esto con las otras mamás”, cuenta Florencia.
En el área que lidera se lleva a cabo el proceso de selección y reclutamiento para Mina Veladero y para las otras empresas del grupo, tanto Minera del Carmen como BEASA. “Todos los procesos de selección pasan por acá. Mi trabajo es con base en San Juan, no en Veladero. Pero hago subidas a mina para hablar con los gerentes, definir estrategias y relevar necesidades”, explica la profesional, quien enseña con orgullo a sus dos pequeñas un modelo de madre y padre en el que la mamá es la encargada de salir lejos y pasar largas jornadas fuera del hogar. “Mis hijas saben que tengo períodos de montaña y les marco en el calendario qué día subo y cuándo bajo. Es un modelo distinto al que tuve yo, donde mamá era ama de casa y nunca manejó un auto. Hasta en esas pequeñas cosas les forjamos una mentalidad distinta. Así, será más fácil que ellas elijan un camino a futuro de autonomía e independencia comomujeres profesionales”.
Las mujeres primero
En las distintas iniciativas que lleva adelante Mina Veladero el foco siempre está puesto en género y en intentar sumar cada vez más mujeres. “En cada proceso de selección se nos requiere salir a encontrar mujeres. Esto no quiere decir que dejemos de lado a los hombres o los excluyamos, pero sí tenemos la prioridad de que en todos nuestros procesos podamos presentar candidatas mujeres”, explica.
De hecho, la empresa Barrick y su socia Shandong Gold crearon programas donde la mujer es protagonista. Uno de ellos es el curso de operadora de camiones fuera de ruta, que ya tuvo tres ediciones y está dirigido a mujeres de la comunidad interesadas en sumarse a la industria. En dichos cursos participaron grupos de unas 22 mujeres del departamento Iglesia, donde está emplazada la mina, lo que representa una verdadera opción de crecimiento profesional para ellas porque, cuando el curso termina, luego de seis meses, un gran porcentaje de las participantes quedan efectivas y comienzan a ocupar un lugar como empleadas.
Otro de los programas estratégicos es el de “Jóvenes Profesionales”, por medio del cual en enero de 2022 se incorporaron 21 nuevos talentos a Veladero, 14 de ellos mujeres: “Venimos trabajando mucho para que vean a la minería como un rubro posible, porque a veces la traba que encontramos es que son las propias mujeres las que dicen: ‘¿Qué puedo hacer yo en una mina, qué podría aportar a la minería?’”, detalla Giordano.
“Hablamos de un sector que históricamente ha sido dominado por los hombres, como otros tantos. Pero en la minería la presencia masculina es muy marcada. Y por ello venimos trabajando en animar a aquellas que ven un futuro en la industria, porque creemos que es un sector generador de oportunidades”, comenta Florencia, a la par de agregar que “queremos que el número de mujeres sea cada vez mayor, y no sólo de operadoras, sino también en el resto de las áreas”.
Ser parte
Cuando Florencia y el equipo de Veladero realizan las convocatorias en la comunidad es en la línea de la heterogeneidad, ya que se presentan jóvenes de temprana edad con ganas de asegurar su futuro, desarrollar un oficio y crecer, como también madres y mayores de 40 o de 50 años con hijos ya crecidos que buscan incursionar en estos sectores como un desafío personal. “No hay límite de edad ni restricciones de algún tipo. Aunque sí es importante, para una mujer que es mamá, saber que cuenta con una red de contención en su zona de residencia. Los 14 días en mina te llevan a necesitar de un soporte en el entorno, que puede ser un familiar directo o un vecino, para poder atender las necesidades de nuestros hijos”.
“Nuestra ilusión al final del día no es sólo decir que formamos y capacitamos, sino que lo hacemos para que quienes se capacitan mañana puedan convertirse en operadoras y parte activa del equipo”, concluye Florencia Giordano.