Por Mercedes Rodríguez, WiM Argentina
Concluye un 2021 con muchas inquietudes respecto a los últimos sucesos que acontecieron en la minería argentina tras el conflicto en Chubut y los distintos hechos de violencia que tuvieron en vilo a la provincia.
Dolor es la palabra que surge ante los distintos actos de injusticia a los que se enfrenta nuevamente una industria legítima y dadora de desarrollo como la minería, aunque hoy, como nunca, es necesario seguir trabajando y comunicando -hacia dentro y sobre todo puertas para afuera- los valores que poseemos quienes formamos parte de esta actividad.
Hacia adelante, se vuelve imprescindible actuar sin importar a qué organización pertenecemos o la bandera política que nos representa; porque después de todo, la ilusión de una Argentina desarrollada sólo puede ser concretada dejando atrás las posiciones parciales, la violencia y las falsas creencias que terminan por condenar a los argentinos a destinos inciertos.
En paralelo a estas inquietudes, no queremos dejar de destacar y agradecer a cada una de las mujeres que acompañaron a WiM Argentina y apoyaron las distintas iniciativas desarrolladas por la organización en dos años, el 2020 y el 2021, que resultaron especialmente desafiantes. A todas aquellas que nos contaron sus historias tanto en el “Programa Emprender” como en la sección “Educación, Mujer y Minería”, gracias por animarse a ser parte. Como siempre decimos, juntas es el camino.
Agradecemos a cada mujer que con su historia logró inspirar a otras en este camino hacia la equidad, agradecemos a aquellas que superan barreras, aquellas mujeres que no se detienen y nos dan fuerza y esperanza. Sus historias dan vida a la minería que anhelamos: una industria plural, federal y en la que los ciudadanos forman una parte activa.
Por un próspero 2022.