En el año 1989, junto a un grupo de mujeres profesionales especialistas en género, se creó la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) con el fin de promover que mujeres, niñas y adolescentes tengan iguales oportunidades de acceso y disfrute de sus derechos.
Por Mabel Bianco, Fundadora y presidenta de FEIM
Desde el comienzo nos centramos en promover los derechos sexuales y reproductivos así como el derecho a la participación igualitaria en el trabajo y en la representación política y social.
En los comienzos nos vinculamos con organizaciones feministas del país y la región desarrollando programas, investigaciones y capacitaciones sobre la igualdad entre mujeres y hombres, el pleno respeto de los derechos humanos con el fin de garantizar el acceso de las niñas y adolescentes a una vida plena como sujetos de derechos.
La desigualdad de género determina, en muchos casos, los recorridos de las mujeres en sus desarrollos personales y profesionales; y afecta de manera estructural las vidas y experiencias. Es por eso que la misión de FEIM fue trabajar para que las mujeres y niñas puedan tomar libremente las decisiones que se refieren a sus vidas, incluida la sexualidad y reproducción, sin ningún tipo de violencia, coerción ni discriminación; que ocupen espacios de participación política en igualdad de condiciones y accedan a recursos económicos que garanticen su independencia, entre otros.
A lo largo de sus 33 años, FEIM desarrolló múltiples proyectos en pos del empoderamiento de niñas, adolescentes y mujeres y tiene una amplia experiencia en trabajo con organizaciones de la Sociedad Civil, especialmente feministas. Desde 2006 tenemos Status Consultivo en Naciones Unidas. Participamos en la preparación y luego en la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo en Cairo en 1994. También participamos en la Conferencia Internacional de la Mujer en Beijing en 1995 y en el seguimiento e implementación de sus programas de Acción, promoviendo los derechos sexuales y reproductivos, así como la vida libre de violencia. Fuimos pioneras en el estudio del VIH/sida en las mujeres y niñas y participamos en la creación de ONUSIDA, la agencia de ONU para la lucha contra el sida basada en la articulación entre gobiernos y sociedad civil.
Desarrollamos proyectos regionales y mundiales con la participación de organizaciones de mujeres, adolescentes y de derechos humanos. Hicimos el primer estudio sobre la asociación del VIH con la violencia en las mujeres en Argentina y el Mercosur, algo estudiado en otras regiones pero no en los países del Mercosur.
Luchamos junto a organizaciones feministas del país en la sanción de la ley de salud sexual y reproductiva, así como la ley de Educación Sexual Integral. Una vez sancionadas promovimos su implementación y cumplimiento en todo el país. Asesoramos al Senado en la elaboración de la ley de prevención, atención y sanción de la violencia contra mujeres y niñas. Integramos la campaña por el derecho al aborto y celebramos la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE)
Desde el 2019 estamos desarrollando el estudio del Matrimonio Infantil y/o uniones convivenciales en Argentina, una situación que parecía no existir en Argentina por su invisibilización. Sin embargo, demostramos que es una realidad y elaboramos un Índice de Predicción de Riesgo en las familias así como intervenciones para su prevención. Recordemos que el Matrimonio Infantil forzado es una práctica nociva que debe de prevenirse ya que compromete la vida y el futuro de las niñas que se casan o unen tempranamente.
A su vez, en mayo finalizamos un análisis de la situación de las jóvenes y adolescentes frente al Acoso Sexual Callejero, con apoyo del Centro Carter y en el marco de la Campaña “Informar a las Mujeres, Transformar Vidas”. El informe determinó que el 97% de las mujeres cis y el 93,1% de las personas LGBTIQ+ sufrieron acoso sexual callejero. La gran mayoría comenzó a percibir estas situaciones antes de los 13 años. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con dos leyes que determinan la prevención y sanción del acoso sexual callejero, aún existen relaciones desiguales de poder en la sociedad que impactan diferencialmente en el tránsito por la ciudad. Poder transitar y habitar el espacio sin violencia es un indicador de la calidad de vida de mujeres jóvenes y niñas que son las más afectadas.
Seguimos luchando por ampliar derechos de mujeres y niñas en toda su diversidad y de las personas de la comunidad LGBTQI+. Sabemos que la lucha por ampliar los derechos de mujeres y niñas no acaba nunca, por eso nuestro compromiso es seguir ampliando y que beneficien a toda la población del país.