Por Comisión Directiva, WiM Argentina
Cambiar de año y pasar de página no necesariamente implica que las cosas cambien. Pero la llegada de un nuevo año siempre es un buen motivo para reflexionar y renovar los objetivos y las metas fijadas.
El 2020 resultó un gran desafío para todos los ciudadanos del mundo. La pandemia, que aún sigue entre nosotros, generó cambios sustanciales en el planeta a la par de acelerar la consolidación de algunos paradigmas relacionados a cómo desarrollar los recursos y mejorar las condiciones de vida de la población.
En nuestra área, que es la minera, la situación sanitaria también trajo grandes transformaciones. Y muy probablemente sigan surgiendo cambios en este 2021 que se perfila como un año de recuperación, de barajar y dar de nuevo. En este sentido, hay una cuestión central relacionada a la minería que no debemos descuidar y que es el rol central que tiene esta industria en la construcción de un futuro más justo.
Como nunca antes, el sector minero se posiciona de manera estratégica ante los profundos desafíos climáticos, ambientales y sociales que marcan la agenda de desarrollo global de esta década. En un contexto donde no sólo la economía urge, el potencial de la minería para incentivar procesos favorables en todas esas áreas es más que importante y como sociedad este debe ser un debate necesario durante los próximos 365 días.
El resultado de aunar criterios y avanzar en el diálogo nos acercará unos pasos más adelante hacia la meta común de desarrollar a la Argentina y mejorar la calidad de vida de nuestros conciudadanos.
Por ello, para este 2021 que comienza, quienes integramos Women in Mining Argentina nos ponemos a disposición de la ciudadanía argentina con el objetivo de colaborar, desde nuestra industria, en la construcción de un presente y un futuro más amplio y federal.
Y a las mujeres argentinas, sepan que esta industria siempre está abierta a recibirlas.