Desde Australia, la cofundadora de IWIMRA, Florence Drummond, nos brindó un detalle sobre cómo trabajan las mujeres indígenas en el sector minero de ese país, uno de los principales oferentes de minerales y líder en el sector de minería a nivel global. «Ha habido un cambio positivo respecto a la participación indígena en la industria. Todos hemos aprendido mucho sobre la naturaleza poco típica de este sector». IWIMRA fue fundada en 2017 y desde entonces busca elevar el perfil de las mujeres aborígenes en la industria.
¿Con qué objetivos nació IWIMRA y qué podría decirse que cambió de su realidad desde 2017 a la fecha?
Pensamos en IWIMRA como una red de mujeres indígenas interesadas en consolidar su participación en el área de minería y recursos australiana. Ese fue el objetivo al momento de su fundación y el que mantenemos vigente: elevar el perfil de las mujeres indígenas. En este sentido, creo que ha habido un cambio positivo en los últimos años dentro del sector minero. Todos hemos aprendido mucho acerca de qué trata la actividad y por eso queremos seguir ganando terreno y continuar intercambiando perspectivas con todas las partes interesadas, siempre en uso de la información más rigurosa posible.
Particularmente en Australia, ¿qué interacción existe entre las comunidades indígenas y el desarrollo de las operaciones mineras? ¿Es posible conciliar minería, crecimiento económico y diversidad?
Actualmente existe un alto compromiso entre la industria y las comunidades. Cada vez es más importante la inversión en buenas relaciones y comunicación. El desarrollo de canales de comunicación, las herramientas de participación sobre las mejores prácticas y la comprensión general de los impulsores comerciales y comunitarios de por qué este espacio es crucial está mejorando considerablemente. Dar la bienvenida a una mejor conectividad digital permitirá un mayor acceso a la información, a la educación y a la participación de todas las partes interesadas. Acordar valores compartidos será la forma en que cambiaremos esta relación.
El lenguaje y la comunicación son vitales para el éxito en cualquier relación. Ya sea entre la minería y las comunidades, dentro de las organizaciones y entre las personas. Crear un espacio seguro para las conversaciones que sea respetuoso con los valores de los demás solo contribuirá a relaciones más profundas y acuerdos más informados entre las partes. Nuestro equipo de IWIMRA ha estado trabajando arduamente en el desarrollo de una plataforma que ayudará a ser un centro de información, pero también invertirá en el alcance de nuestra red para garantizar que respetamos y apoyamos a las comunidades en las que vivimos, aprendemos y trabajamos. Desarrollar relaciones más sólidas entre todos los grupos de partes interesadas indígenas es lo que esperamos lograr.
¿En qué aspectos todavía es necesario mejorar?
Específicamente para nuestra red, que se compone de empleadas mineras, las brechas identificadas se centran principalmente en las posibilidades de progreso y desarrollo profesional de calidad. Hay elementos adicionales que se basan en nuestros desafíos sociales relacionados con la igualdad racial, el idioma, la estabilidad financiera y los compromisos familiares y comunitarios.
La ambición general de continuar contribuyendo al hogar a través del empleo sigue siendo muy fuerte, y teniendo en cuenta la historia de desventaja agravada a través de la opresión, creo que es momento de profundizar este cambio generacional que no busca otra cosa que el mejoramiento de las condiciones de existencia de las futuras generaciones. Existe una gran oportunidad para mejorar la colaboración con la industria y estimular las capacidades a niveles de gestión ejecutiva para servir a la industria a medida que innovamos en la automatización.
En paralelo a estos puntos, ¿cuáles son los principales avances que ha visto IWIMRA en estos cuatro años de trabajo?
Los principales avances que he visto se centran en una mayor visibilidad para que las mujeres indígenas compartan sus historias. Creo que esto es muy importante para crear un espacio seguro, una comunidad y una oportunidad para iniciar una conversación sobre cómo los equipos y las organizaciones en su conjunto pueden mejorar, al tiempo que se valora la contribución de todas las diversidades de la fuerza laboral.
Y en términos más generales, ¿cómo observa la participación femenina en la minería australiana?
En general hay muchas iniciativas positivas que están desarrollando el conjunto de habilidades que se requieren en la industria para involucrar y retener mejor a una fuerza laboral diversa. Definitivamente está mejorando el escenario y, al mismo tiempo, se están generando oportunidades adicionales para mejorar la participación femenina; hay muchas mujeres en grupos mineros, por diferentes regiones, aportando ahora mismo su valor y talento. Es grandioso ver como cada vez hay más círculos de redes donde que empiezan poco a poco a salir de la red para celebrar la diversidad desde adentro de la industria.
Por último, ¿por qué has elegido volcarte personal y profesionalmente a la industria y en qué medida la actividad se relaciona hoy con tu día a día?
Para ser honesta, cuando comencé con este recorrido no entendía muy bien las complejidades de la industria. Todo comenzó con una pregunta retórica: «¿por qué los pueblos indígenas no progresan en los equipos operativos y tampoco ejercen roles de liderazgo?», me pregunté una y otra vez. Mi curiosidad por aprender más me llevó a ser lo que soy hoy. Lo que descubrí fue que muchas personas estaban experimentando esta frustración con el progreso. No quería concluir que fuera puramente racismo. Quería aprender más. Y aprender implica involucrarse. Así fue que junto con mi hermana, otra de las cofundadoras de IWIMRA y quien tiene una fuerte experiencia en relaciones laborales, comenzamos a desandar este camino en busca de nuevas respuestas. Desde muy temprano tuvimos mujeres increíbles que se unieron a nosotros y contribuyeron al liderazgo y la conversación activa con los stakeholders.