Katherine Rodas tiene 27 años, es colombiana y alumna de cuarto año de la carrera ingeniería de minas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). A través de su testimonio, es posible conocer el impacto positivo que brinda la formación en carreras técnicas para aquellas mujeres que aspiran a integrar una industria como la minera. La educación sirve para romper obstáculos entre hombres y mujeres, señala, y agrega que “la universidad pública en Argentina da todas las herramientas para que una persona pueda seguir una carrera universitaria”.
Pese a no haber nacido en Argentina apostaste por el país y decidiste formarte en una carrera particular y específica como ingeniería de minas. ¿Cómo se gestó esta decisión?
La ingeniería de minas tiene un gran potencial hoy en día y son múltiples las oportunidades que ofrece esta área. No es un secreto que la minería se encuentra entre las principales actividades económicas de un país y hay un contexto que colabora a poder sumar más mujeres profesionales en esta industria. Por ello pensé que contar con un título de esta envergadura me transformaría en una profesional requerida en el mercado laboral. Cabe destacar que en ese entonces mi hermano ya residía en Argentina y a través de sus historias y comentarios comencé a ver a este país como una oportunidad para crecer con la minería como base.
¿Cuál es la evaluación de tu experiencia como mujer en Argentina y específicamente como alumna en la carrera Ingeniería de Minas, tradicionalmente catalogada como masculina?
En lo personal nunca he visto diferencia alguna entre mis compañeros hombres y mujeres. Por parte de los profesores siempre ha habido una motivación pareja, y siempre han puesto énfasis en que la mujer también puede ocupar puestos que conlleven decisiones importantes, ya que todos tenemos las mismas capacidades.
En relación al mercado laboral, ¿qué tipo de ventajas poseen los graduados y las graduadas en ingeniería de minas? ¿Qué incentivos podrían interesar a las más jóvenes a participar en este tipo de carreras?
Las oportunidades son diversas para un graduado, el campo laboral es muy extenso y se puede trabajar ya sea en exploración, explotación y beneficio de minerales, como en seguridad y medioambiente, tanto en proyectos mineros privados o estatales, todo ello debido a las grandes inversiones extranjeras y también nacionales que día a día apuestan al futuro minero. Un graduado también se puede desarrollar en investigación y/o docencia, si le gustan esas actividades. En el contexto actual, veo las mismas ventajas y oportunidades tanto para hombres como para mujeres.
Creo que, con talleres científicos teóricos y prácticos, se puede llegar a incentivar a que más niñas decidan estudiar carreras STEM. Hoy en día la mujer tiene otra mentalidad y ya no molesta mucho el qué dirán.
¿Qué tipo de rol ejerce hoy la mujer en la actividad minera? ¿Qué acciones se podrían llevar adelante para mejorar esta situación?
Las mujeres poco a poco se van abriendo el camino. Anteriormente se desempeñaban en tareas administrativas, hoy en día han cambiado estos roles abarcando tareas como manejo de maquinaria pesada, por ejemplo camiones fuera de ruta, trabajos operativos y tomando cargos que años atrás eran meramente de hombres. Las acciones para mejorar y seguir creciendo son promover, educar y capacitar.
A partir de tu experiencia personal, ¿qué oportunidades brinda la universidad pública?
La universidad pública en Argentina da todas las herramientas para que cualquier persona que quiera seguir una carrera universitaria lo haga sin obstáculos. No hay muchos países donde esto sucede y que Argentina sea uno de ellos es destacable. Todas las personas tienen las mismas oportunidades de estudio, ya sean nativos o extranjeros, y es algo para agradecer.