“El reconocimiento de la habilidad de las mujeres se tradujo en un incremento de la participación en la productividad laboral minera”

Dra. Beatriz Krom (1)
Abogada

Para la Dra. Beatriz Krom, abogada especializada en Derecho de los Recursos Naturales y Ambiente; y profesional de vasta experiencia en el sector, la cultura de la diversidad e inclusión ya está instalada en la industria y se compatibiliza con las transformaciones que están gestándose en la minería argentina, aunque aún existen falencias relacionadas a los ingresos y las posiciones jerárquicas. Conversamos sobre el estado de situación de la mujer en el área minera, los desafíos de Argentina en la materia y las posibilidades de crecimiento de un segmento productivo estratégico para el interior del país.

Ante un escenario internacional incierto, los desafíos presentes en industrias como la minería son mayúsculos. ¿Es posible, en estos tiempos, congeniar el desarrollo minero con la agenda de equidad de género?

Nuestro país se ha hecho partícipe de las políticas mundiales, públicas y privadas, que propician estrategias de inclusión para las mujeres en el sector laboral minero. Y es que se ha ido reconociendo que, en un campo masculinizado, ambos géneros tienen potencialidades para aportar a la industria.

Existe un reconocimiento a las habilidades del colectivo de mujeres que se tradujo en un fuerte incremento de la participación femenina en la productividad laboral minera, y lo que es muy importante, en la contribución, que con motivo de esta equidad de género se visualiza como aporte de las mujeres al PBI de Argentina.

En la actualidad las mujeres desarrollan actividades en toda la cadena productiva. Sea como profesionales, técnicas, administrativas, geólogas y en general, en la mayoría de las áreas operativas. Sin lugar a duda, esta transformación que se fue produciendo va alcanzando los ODS de Naciones Unidas en cuanto a la reducción de la pobreza y la movilidad social.

Como ya expresé en otras oportunidades, entiendo que la cultura de la diversidad e inclusión está instalada y ello se compatibiliza con el desarrollo minero. Pero asimismo identifico falencias que apuntan al tema de los ingresos y a las posiciones jerárquicas.

Se está trabajando en ello, tanto del lado de los actores públicos como privados, y observo que existe una buena predisposición para ello. No dudo que la igualdad declamada, se hará realidad.

¿Cómo cree que se ha desarrollado la minería en Argentina con el correr de los años? ¿Qué aspectos considera que aún pueden profundizarse en el sector?

La industria minera es quizá la más sensible de las industrias a las coyunturas políticas, económicas, legislativas y sociales de un país. Por sus características intrínsecas de largo plazo y de alto riesgo, la falta de previsibilidad y de estabilidad en cualquiera de los parámetros indicados, provocan una retracción de la inversión que es fundamental por ser las mineras empresas de capital intensivo.

Nuestro país tiene una difícil contextura jurisdiccional, ya que posee tres niveles de autoridades y de legislación (nacional, provincial y municipal), lo que dificulta el mantenimiento de escenarios propicios y constantes para la activación de grandes proyectos mineros. Por lo cual, con el correr de los años el desarrollo de la industria ha sido oscilante, con el aditamento que algunas provincias que tienen grandes posibilidades de desarrollo, desestiman a la minería como factor de crecimiento regional.

Al respecto, el Gobierno Nacional ha propuesto el PEDMA para relanzar las inversiones mineras en el país bajo el consenso social. Estamos expectantes con su resultado.

Desde el ámbito jurídico, ¿cómo puede Argentina avanzar hacia una minería más sustentable? ¿Qué perspectivas posee la minería a nivel ambiental, económico, social y político?

La estabilidad jurídica es necesaria. Hay importantes temas a emprolijar, por ejemplo, leyes que están en vigencia y que no se aplican. Otras, como es la Ley de Glaciares y también algunas regulaciones ambientales que necesitan clarificarse para entender su aplicación a la minería.

Por otro lado, es de vital importancia la incorporación de la sostenibilidad en la gestión de las empresas. No es esta una novedad. Supone una interacción del desarrollo del sector minero con el de otros recursos naturales, con el cuidado y la responsabilidad por el ambiente, con los derechos humanos, su relación con los pueblos originarios y comunidades involucradas en los emprendimientos, con las energías renovables y la eficiencia energética, con la disminución de la huella de carbono, con el uso del agua, la licencia social y con cuestiones económicas de inversión y financiamiento. Todos estos temas cambiaron sustancialmente a través de los años el enfoque de la cuestión minera.

La generación de empleo, resultado del efecto multiplicador y transformador de la minería, que impulsa una cadena de valor con fuerte presencia de las pymes, es parte también del paradigma de la sostenibilidad.

La Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) con su programa HMS (Hacia una Minería Sustentable), en concordancia con los protocolos canadienses, es un buen ejemplo de acciones positivas para encuadrar a la empresas dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Lo mismo sucede con la entrada del país en el EITI, índice que aporta transparencia al desarrollo del sector.

Pero quizás un punto importantísimo para el impulsar esta industria y resguardarla de los embates fundamentalistas y volverla competitiva a nivel internacional, es la comunicación. La necesidad de informar y de comunicarse con los grupos de interés. Esta ha sido una falencia del sector que está en vías de ser reparada. Las campañas de sensibilización y de concientización para el mejor entendimiento de lo que es la minería, deberán ser el objetivo prioritario para generar confianza y mejorar el relacionamiento de este sector de la economía con la sociedad.

En Argentina, la minería es una actividad desprovista del arraigo cultural de otras industrias. ¿Qué la motivó a trabajar en una industria tan particular y cómo ha sido su recorrido personal como mujer minera?

Mi trayectoria como profesional de la minería me fue llevando y me lleva por distintas áreas laborales del sector, incursionando en el ámbito privado, público y académico. Esta heterogeneidad en el trabajo me permitió rescatar experiencias y enfrentar desafíos por los cuales tuve que aceptar grandes responsabilidades que redundaron en mi crecimiento personal.

En la gestión pública tuve la oportunidad de ser coautora de leyes y códigos que me permitieron plasmar ideas, pensar en nuevos caminos y objetivos para el desarrollo de la actividad, siempre desde mi óptica de técnica del derecho; a la vez de sufrir junto a esos avances retrocesos derivados de realidades económicas, financieras y políticas que frustraban el logro de los escenarios proyectados.

En la actividad privada, representando empresas que solo operan con los estándares más altos y con guías de conductas que se apegan a los mejores protocolos y a las buenas prácticas de la industria, puse en práctica mis conocimientos y mi templanza, que desde esta otra óptica privatista, tuvieron que desplegarse como un abanico a todas las dimensiones que tiene hoy la minería por su íntima vinculación con el paradigma de la sustentabilidad.

Esta novel visión de cómo debe llevarse adelante un proyecto, modificó mi agenda de trabajo diario y me exigió extremar mis esfuerzos para dar cumplimiento a los continuos viajes y constantes reuniones que trazaban quienes ejercían la gestión empresarial. Fueron años duros, pero a la vez positivos y gratificantes, de gran aprendizaje.

Debo decir, como mujer, que siempre he sido respetada y reconocida y que gracias a mi trabajo, en lo humano me ha posibilitado establecer profundos lazos de amistad y entendimiento con aquellas mujeres y hombres con quienes compartí y comparto mi actividad profesional.


(1) Profesora Titular de Recursos Naturales y Protección del Ambiente, UBA. Directora de la Carrera de Especialización en Derecho y Política de los Recursos Naturales y el Ambiente, UBA. Fue abogada de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) y asesora del grupo Río Tinto y Potasio Río Colorado.