Desde 2021, el equipo de la empresa minera AbraSilver forma parte del programa «Capacitaciones sobre géneros, diversidades e inclusión», lanzado por WIM Argentina. Un 100% de su personal ha participado en estas capacitaciones, destacando su compromiso con la integración de hombres y mujeres bajo la premisa de que construir un proyecto minero plural e inclusivo es una meta posible. En esta entrevista, invitamos a Gonzalo Montebelli, representante de la compañía, a compartir su perspectiva sobre esta iniciativa transformadora.
¿Cómo fue el proceso de integración a este programa y cuál fue su primera impresión al recibir la invitación?
Nuestra incorporación a este programa surgió a raíz de la propuesta de nuestra colega Ayelén Biurrun, después de asistir al evento «Argentina Oro, Plata y Cobre» organizado por el medio especializado Panorama Minero en 2021, donde WIM llevó a cabo una presentación que nos motivó a poner el tema de género en el centro de nuestra agenda empresarial.
¿Cuáles han sido los principales aprendizajes que han obtenido de este programa de capacitación?
El aprendizaje adquirido a nivel personal y profesional ha sido invaluable. Nos ha llevado a reconsiderar la forma en la que pensamos, leemos, escribimos, nos comunicamos y nos relacionamos con los demás. Se basa en actuar desde valores con perspectiva de género, lo que nos ayuda a identificar desde pequeñas actitudes cotidianas hasta eventos más significativos. Dejamos de ser meros espectadores para convertirnos en agentes activos que promueven y educan desde una visión integral y contemplativa de todas las partes.
¿Consideran que la participación de personas de todos los géneros en el programa de capacitación facilita el entendimiento y el diálogo?
Sin lugar a dudas, la participación de individuos de todos los géneros en este tipo de proyectos es esencial para promover la empatía, la sororidad, el respeto y los valores humanos. Esto se traduce en una colaboración más efectiva y un diálogo enriquecedor que permite pasar de la palabra a los hechos a partir del consenso, las individualidades y el trabajo en equipo.
Trabajar en minería representa una oportunidad de desarrollo para la mujer, especialmente en regiones remotas. Sin embargo, el cuidado de hijos o familiares dificulta el trabajo en la mina. ¿Cómo pueden colaborar las empresas e instituciones en la retención de estos talentos?
En primer lugar, más que considerarlo como una oportunidad laboral para la mujer, debemos entender que es una necesidad vital de la industria promover equipos de trabajo diversos. El entorno laboral refleja la vida de un adulto, con relaciones personales y vínculos sociales que ocupan la mayor parte de nuestro tiempo diario. Por lo tanto, la diversidad de género en los equipos es esencial para fomentar valores en las relaciones interpersonales, tanto dentro como fuera del entorno laboral.
Respecto a las licencias por cuidado de familiares, actualmente existen desigualdades en los tiempos asignados a hombres y mujeres, lo cual no solo perpetúa estereotipos de género, sino que también ignora una gran diversidad de situaciones. Para abordar esta desigualdad debemos asumir la responsabilidad de la paternidad de manera colaborativa y respetuosa. Esto implica cuestionar y cambiar las leyes heredadas del pasado, las cuales en su mayoría fueron creadas por hombres y reflejan una visión limitada de los roles de género.
Es fundamental luchar por cambios en las leyes y regulaciones laborales con una perspectiva de género. Creo también que el sector privado debe asumir un rol activo al brindar licencias más extensas para padres y promover una paternidad más comprometida y responsable. En AbraSilver otorgamos licencias de paternidad de 30 días como parte de nuestro compromiso con la igualdad de género y el respeto a las nuevas generaciones. El camino hacia la igualdad implica un compromiso conjunto en la promoción de la paternidad respetuosa y responsable, y desde el sector privado tenemos que avanzar con estas transformaciones que nos acercan a nuestros colaboradores y a la gente.
¿Qué mensaje ofrecerían a sus colegas varones que trabajan en la industria minera y están viendo un aumento en la presencia de mujeres en sus equipos?
En pleno siglo XXI es una realidad y una norma trabajar con personas de todos los géneros. En el entorno laboral, las personas se valoran por sus capacidades técnicas y no debería haber prejuicios de género ni diferencias de ningún tipo. Socialmente compartimos espacios con personas de todos los géneros, ya sea en plazas, restaurantes y hogares. ¿Por qué el entorno laboral debería ser diferente? Si alguien en el ámbito laboral o social no acepta trabajar o compartir espacios con personas de otros géneros, entonces es esa persona la que necesita evolucionar y capacitarse para adaptarse a estos tiempos de diversidad. La igualdad de género es la norma, y debemos abrazarla y promoverla en todos los aspectos de la vida.