La importancia de las buenas prácticas y la igualdad de oportunidades en las empresas mineras

Foto: Tatiana Cortez Burgos

Por Karina Viñas, Women in Mining Argentina (La Rioja)

La Agenda 2030 y los objetivos asociados incorporan la igualdad de género como un objetivo en sí mismo (específicamente a través del ODS N° 5) y de modo transversal en casi todos los otros objetivos, lo cual es una oportunidad para avanzar en la superación de las principales desigualdades de género que persisten, en particular, en aquellos sectores económicos donde se expresan mayores brechas de acceso al empleo y condiciones laborales como sucede en el sector minero.

Esta industria, examinada desde la perspectiva de género, presenta múltiples desafíos.    Por ello, las empresas adscriben voluntariamente a los principios que instan por la igualdad de oportunidades, adecuando así sus políticas y estándares y comprometiendo resultados en esta dirección.

La autocrítica y la deconstrucción son los pasos previos para pensar en otras formas de ser y estar en común haciendo posible una convivencia armoniosa y heterogénea en el lugar de trabajo, ya sea en las minas, en áreas de gestión o en posiciones administrativas.

En este sentido, y dando cumplimiento a múltiples normativas internacionales, nacionales y provinciales, como así también al Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es que resulta en una estrategia transformacional la adoptada por empresas mineras para potenciar los espacios de diálogo y promover una escucha activa tanto en el plano interno de cada compañía con sus trabajadores como en el externo, a través del contacto con las comunidades y partes interesadas.

Poder llevar a cabo un diagnóstico de situación sobre la temática relacionada a equidad y género en cada compañía significa un punto de partida más que positivo, cuya aplicación facilitará una adecuada gestión de los recursos humanos atendiendo tanto a las necesidades del personal como a las de la actividad empresarial. Como resultado se podrán reducir las brechas de género, un aspecto clave a considerar para las empresas mineras a la hora de ejercer las mejores prácticas posibles.