Cada 22 de abril desde 1970 se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, una jornada para llamar a la acción y aunar esfuerzos en torno a la protección del ambiente. La minería, como industria alineada a los Objetivos para el Desarrollo Sostenible y encargada de proveer aquellos minerales indispensables en la transición energética, tiene la posibilidad de construir nuevas producciones de sentido en torno al rol vital de este sector para alcanzar la sostenibilidad global.
Por WiM Argentina
A medida que la crisis ambiental va en aumento, el abordaje de esta emergencia de escala planetaria se torna urgente y prioritario. Como indica la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de no accionar rápidamente estas alteraciones negativas en nuestro ecosistema terminarán por socavar los logros en materia de desarrollo que tanto ha costado conseguir, acarreando problemáticas que afectan a la naturaleza y generan a la vez profundos impactos económicos, sociodemográficos y relacionados a la salud.
Para lograr un futuro más próspero en materia ambiental y alcanzar las metas climáticas signadas en los distintos programas marco -tales como el Acuerdo de París-, la sociedad en su conjunto tendrá que atender las múltiples necesidades emparentadas a la construcción de un planeta sostenible, con los gobiernos, las instituciones internacionales y el sector privado comprometido a liderar esta transición.
En palabras de la ONU, el bienestar de los jóvenes y de las generaciones futuras depende de una ruptura clara con las tendencias actuales de deterioro del medio ambiente, siendo cruciales los diez próximos años: “La sociedad debe reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 45% de aquí a 2030 en comparación con los niveles de 2010 y alcanzar las cero emisiones netas en 2050, a fin de limitar el calentamiento a 1,5 °C en consonancia con el Acuerdo de París y, al mismo tiempo, conservar y restaurar la biodiversidad y minimizar la contaminación y la generación de desechos”.
En este complejo marco, la minería también se enfrenta a una revolución destinada a mejorar su capacidad de respuesta a la situación global ligada al ambiente y deberá seguir atendiendo, como ya sucede de manera creciente, todas las inquietudes sociales ligadas al uso del agua, la preservación de la biodiversidad y la huella de carbono.
Cada vez con más datos, más desarrollo tecnológico y más conocimiento, vemos que sistemáticamente se están mejorando las prácticas ligadas al trabajo minero y destinando grandes recursos para volver a las operaciones más seguras, sustentables y eficientes.
Considerando esto, en el Mes de la Tierra las mujeres mineras de Women in Mining Argentina enfatizamos en que el camino de la sustentabilidad y la equidad es la única ruta posible para encauzar el verdadero despliegue de una actividad de la magnitud de la minería; un sector que será crucial para poder redefinir la manera en la que nos desarrollamos y que proveerá de elementos críticos como el litio o el cobre, cruciales para reducir emisiones, producir mejor y evitar que esta situación escale hacia un punto de no retorno.