“El empoderamiento femenino es un término acuñado en la Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing (Pekín) en 1995 para referirse al aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder”, UN Women.
Por Solange Grandjean, Presidenta de la Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe en Gestión de Organizaciones
Desde 1991 trabajo en redes de mujeres con el objetivo de potenciar y visibilizar los liderazgos femeninos. Pude conceptualizar mi forma de relacionarme laboralmente cuando escuché por primera vez la palabra networking en 1992 leyendo sobre la National Association of Female Executive – NAFE, una organización de mujeres empresarias de Estados Unidos que ofrece educación, capacitación, desarrollo de habilidades y trabajo en red para mujeres del mundo empresarial.
Nace de esa idea la primera Red de Mujeres Ejecutivas de Argentina, liderada por Patricia Mendez Huergo. Un proyecto muy novedoso al que me sumé con mucho interés y expectativa. Con el paso del tiempo, la palabra networking se hizo más popular; a la vez, comencé a indagar en los temas de género y a entender por qué es tan necesario el networking para nosotras, las mujeres.
*Networking es una palabra inglesa proveniente de net, que significa “red” y de “work”, que significa “trabajo”, es decir que alude al trabajo en red, y también a la acción de “tender redes”
Los varones se manejan históricamente a través de contactos; lo hacen con mayor familiaridad. Para nosotras es un desafío, si bien muchas ya hemos incorporado este modo de relacionarnos en el mundo laboral, todavía necesitamos difundirlo para potenciar e incorporar esta modalidad como parte habitual de nuestras actividades.
Una red de colegas o profesionales de diversas disciplinas dentro o fuera de la organización en donde actuamos permite el conocimiento de nuevas realidades y, en algunos casos, se convierte en factor exponencial para la apertura de nuevos campos de acción. En los emprendimientos y búsquedas laborales, las redes son vitales. Las estadísticas muestran que la mayor parte de los empleos se consiguen a través de contactos. También se ha estudiado que cuando estamos interesadas en contactar profesionalmente a personas que no conocemos buscamos la ayuda de nuestros conocidos y personas de confianza.
Mantener una red de contactos exige dedicación y relaciones de mutuo intercambio. Las mujeres siempre fuimos buenas trabajando en red para ayudar a otras personas. En estos tiempos es fundamental crear redes para ayudarnos a crecer profesionalmente, y proveernos soporte para nosotras. Esto exige no sólo compromiso sino también inversión. Inversión de tiempo y de dinero. Las mujeres necesitamos capacitarnos en aquello que no sabemos, no para ser especialistas sino, al menos, para tener conocimientos y estar enteradas de los temas que interesan e importan.
El networking posibilita el intercambio de información, estrategias y planeamiento de carrera, el apoyo profesional, el empoderamiento, en suma, una mayor visibilidad. Es importante incorporar el verdadero sentido de una red, tanto formal como informal, para aprender y ejercitar: obtener diferente tipo de información, intercambiar favores o contactos y reducir situaciones de conflicto a través de compartir y recibir soporte frente a situaciones difíciles por las que atravesamos cotidianamente. Entender estos principios básicos lleva tiempo, ya que algunas relaciones no se establecen inmediatamente y en forma espontánea, sino que requieren persistencia, tiempo y esfuerzo. Una no sabe todo, pero sabe quién lo sabe y eso es clave. Tejer redes es el camino para lograrlo.
Actualmente, como presidenta de la Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe RedWIM pude observar que a las mujeres nos cuesta invertir económicamente para estar en una red. Estar en el mundo público, el del trabajo remunerado, exige que nos preparemos en varios aspectos e implica una inversión en nosotras mismas. Si no lo hacemos, ¿quién lo hará por nosotras?
El trabajo es arduo, pero señala una alternativa diferente para ir derribando los obstáculos que enfrentamos. Significa un paso más hacia la apertura y la posibilidad de crecimiento para las mujeres, desde una perspectiva más participativa. Creo profundamente que uno de los factores positivos del networking es apoyarnos para crecer, y que es una estrategia para achicar la brecha de género y para alcanzar el empoderamiento femenino.
Celebro la creación de la Red Women in Mining Argentina que busca promover el desarrollo de la mujer en la industria minera. En un ámbito muy masculinizado, creo que este espacio es fundamental. Ojalá se sumen, crezcan, sean mentoras de nuevas generaciones y cada integrante contribuya desde sus potencialidades, sin olvidar que no es solamente para beneficio individual sino colectivo, para beneficio de todas.
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Solange Grandjean es Presidenta de la Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe en Gestión de Organizaciones. Diplomada en Estudios Interdisciplinarios de Género. Licenciada en Publicidad y Analista en Medios de Comunicación Social. Becaria de ‘Women in Management’, Universidad de Lulea, Suecia. Becaria del “Programa de Liderazgo para el Desarrollo Sostenible en el Mercosur”, CEADEL-ABDL y Fundación Kellogg. Coordinadora de Redes Sociales y TICs en UTEDYC. Especialista en comunicación, género y networking.