Por primera vez en 150 años, una mujer lidera el área minera de la primera escuela técnica de San Juan

Graciela Illanes es ingeniera de Minas y cuenta con más de treinta años de experiencia en la profesión. Sin buscarlo pero con pasión y una entrega diaria enfocada en capacitar a los jóvenes sanjuaninos, logró torcer una estadística que marcaba un siglo y medio de ausencia femenina en la dirección del Departamento de Minería en la Escuela Industrial Domingo Sarmiento (EIDFS), la primera en formación técnica de la provincia de San Juan, dependiente de la UNSJ.

Romper un paradigma extendido en la institución por más de 150 años no es una tarea sencilla y requiere de un esfuerzo colectivo y también individual. ¿Quién es la profesional detrás de este hito y de dónde surge la motivación por la minería?

Comencé mis estudios y luego me recibí de ingeniera en Minas sabiendo que esta era mi gran pasión, un hecho que simplifica mucho el camino ya que hacer lo que uno ama es siempre una ventaja. Una vez recibida comencé a trabajar en el apasionante mundo de la investigación: fui becaria de CONICET y desarrollé mi tarea en el Instituto de Investigaciones Mineras de la Facultad de Ingeniería dependiente de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). En ese lugar conocí a mi esposo, también ingeniero de minas y padre de mis dos hijos. Mis actividades se interrumpieron por algunos años ya que decidí dedicarme personalmente a su crianza, pero transcurrido un tiempo retorné a la actividad en la facultad aceptando un gran desafío, enseñar softwares para los alumnos de los últimos años de la especialidad.

Posteriormente, y por pedido de un buen amigo y colega, me incorporé a la docencia en la Tecnicatura de Minería de la Escuela Industrial, escuela perteneciente a la UNSJ, donde ahora soy la Jefa del Departamento y lidero un grupo de investigación de nanotecnología. Allí se enseña a los alumnos a hacer ciencia en esa área. Para cumplir con estos desafíos, además de mi título de grado, debí realizar varias capacitaciones en Santiago de Chile y en Ciudad de Buenos Aires. Como se afirmó, hay una búsqueda personal desde muy joven por este tipo de áreas y también un clima de época y el acompañamiento de la institución que lo hizo posible.

¿Qué objetivos y desafíos existen en tu posición como actual jefa del Departamento de Minería de la Escuela Industrial Domingo F. Sarmiento, pionera en otorgar el título de Técnico Minero?

El principal objetivo es volver a instalar los principios que incentivaron la creación de la especialidad: educar a los jóvenes e imprimir en ellos la apropiación del conocimiento recibido en la institución.

¿Qué cantidad de alumnos cursan actualmente la carrera de Técnico Minero? ¿Se ha notado alguna evolución en la presencia femenina en el alumnado durante los últimos 20 años?

Este año fue una de las especialidades mayormente elegidas. Actualmente hay una población de 80 alumnos en la Tecnicatura en Minería, del cual el 50% son alumnas mujeres. Evidentemente ha existido un aumento en la currícula que eligen la especialidad y puede ser causada por la educación sobre la actividad que existe socialmente, además del desarrollo particular de la actividad en la provincia.

En el contexto minero actual, ¿resulta compleja la inserción laboral de jóvenes profesionales? ¿Las técnicas mineras tienen hoy en día las mismas posibilidades que los técnicos varones?

Actualmente los egresados buscan un lugar en las facultades, en ingeniería o en algunas de las especialidades relacionadas con la minería. Esto se debe a que sienten una seguridad en su preparación en las llamadas áreas duras, ya sea matemáticas, química o física. Debido a ello, el objetivo propuesto por esta gestión es ampliar esta seguridad en saberes prácticos de la actividad minera, considerando que existe una demanda industrial no cubierta y que muchos de los egresados no podrán enfrentar una permanencia de los años que requiere una carrera universitaria.

Las técnicas mineras día a día se van imponiendo en la actividad, fundamentalmente por su expertise en el tema, su capacidad de trabajo y la constancia tan visible con la que se desarrollan, una impronta que caracteriza a la mujer minera. Debemos estar muy agradecidas de la tecnología, porque más allá de ser autoras, promotoras y hasta creadoras, muchos equipos que requerían más del esfuerzo que del intelecto han podido transformarse gracias a los avances tecnológicos.

¿Qué acciones se podrían llevar adelante de manera directa en la EIDFS para consolidar la participación femenina? ¿Cómo se puede motivar a las niñas para afrontar el desafío de estudiar carreras técnicas?

El plantel docente de la especialidad minería está conformado mayormente por mujeres, la igualdad de oportunidades se establece por el puntaje que otorga la Junta de Clasificación Docente, que es independiente de la autoridad escolar de turno. La perspectiva de esta gestión pretende establecer como detonante de la incorporación de niñas a la especialidad el contacto a través de conferencias a cargo de mujeres que desarrollan sus tareas en la industria minera. Ellas serán las encargadas de desmitificar el rol femenino para el desarrollo de la actividad.