Tras la incorporación de SSR Mining como miembro de Women in Mining Argentina, conversamos con Agustina Méndez, gerente de Administración y Finanzas en la compañía que lleva adelante el proyecto de plata, plomo y zinc conocido como Puna, en la provincia de Jujuy.
¿Cómo empezó tu vínculo con la industria minera?
Mi vínculo con SSR Mining comenzó hace 12 años, por pura casualidad. Regresé a Jujuy, donde había tenido experiencias laborales previas, en busca de nuevos desafíos profesionales. Así, sin más, a los pocos días quedé seleccionada en el que hoy es mi trabajo. En el primer día en la empresa participé en un team building en Tilcara con todo el equipo. Al día siguiente subí a la mina por primera vez y quedé fascinada con la industria y todo lo que se hace en una operación minera. Ese primer momento me generó un shock que creo que es lo que me enamoró de este tipo de actividad.
¿Cuáles eran tus expectativas y también tus temores en aquellos inicios?
Es una industria muy pesada, con grandes volúmenes, lo que siempre genera respeto más que miedo. Empecé con mucha curiosidad e intriga. Quería saber todo de la planta, los equipos y la gente. Aprendí un montón de cosas, no solo técnicas sino también en lo humano, comprendiendo desde la empatía. Ver cómo se trabaja en un ambiente inhóspito como es la puna evidencia en su mayoría muchas ganas de pertenecer. La verdad es que el trabajo de un minero es admirable. Veo cómo ha evolucionado el tema de la mujer en la mina y es emocionante. Antes, ver a una mujer manejando un camión de carga pesada era algo excepcional, hoy es casi moneda corriente.
¿Cuál es tu función hoy en la empresa y cuál es tu principal desafío en la minería?
Actualmente estoy a cargo del área de Contabilidad, Costos, Pagos, Abastecimiento, Depósito e IT como gerente de Administración y Finanzas desde julio del año pasado. Empecé como Analista de Activos Fijos.
Para mí, la minería significó crecimiento y oportunidades que supe aprovechar, y por lo cual me siento orgullosa. Mi principal desafío, y sospecho que el de la mayoría que tienen personal a cargo, es gestionar a las personas. Creo que es algo en lo que nunca se termina de aprender ni de equivocarse, es algo muy demandante. El hecho de ser mujer no sé si lo hace más difícil, nunca lo vi de ese modo. Hoy estoy enfocada en gestionar al equipo hacia objetivos claros y concretos, generando un grupo confiable que cumple con lo que se comprometió. Liderazgo desde el ejemplo y, por sobre todas las cosas, comunicándonos claramente los unos con los otros, generando un clima de respeto e igualdad.
¿Qué mensaje podría resultar útil para aquellas mujeres que están iniciando su experiencia profesional en el sector?
Les recomendaría insistir, no bajar la mano si no se les da la palabra a la primera o si no se sigue con su idea. Insistir las veces que haga falta, cambiando la forma, la estrategia, observando al receptor para entender cómo percibe mejor un mensaje: si con datos, argumentos o ambos. Creo que esa es, o al menos fue para mí, la clave. Por otro lado, creer en uno mismo y dar lo mejor de uno nunca falla, como también no tomar las cosas personales. Si se recibe un «no» o un «no es el momento», es sólo eso y aplicable a esa experiencia, las reglas no están escritas en realidad, y si lo están siempre se pueden cambiar para mejorar.
¿Qué casos exitosos vinculados a la inclusión impulsa SSR Mining en el país?
En la compañía tomamos muy en serio la inclusión, tanto a nivel interno como externo, y por ello estamos trabajando activamente en contribuir a la deconstrucción social vinculada a muchos temas de género. Una práctica destacada es la eliminación de los requisitos de género para las postulaciones que se abren en la empresa. Por ejemplo, tener una supervisora mujer para los camiones de transporte de carga pesada, manejados en su mayoría por hombres, es algo verdaderamente diferente y disruptivo. Otra práctica destacable es el nombramiento de una gerente apenas dos meses después de su regreso de licencia por maternidad, lo que demuestra que la práctica se aplica de manera efectiva. Aunque siempre hay espacio para la mejora, es importante comenzar y dar ese primer paso.