En diálogo con Javier Castro, secretario general de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) seccional Santa Cruz, hablamos sobre el Programa “Introducción a la Minería para las Mujeres Santacruceñas” que se desarrolla en su provincia. Además, el dirigente brindó sus observaciones sobre la creciente presencia de la mujer en la industria.
Se lanzó en la provincia un atractivo programa de difusión y capacitación minera para mujeres. ¿Qué actividades incluye esta iniciativa?
Este programa nace de una intención de la comisión directiva de AOMA Santa Cruz al ver que el número de mujeres trabajando en minería había disminuido y que no es el número real que creemos. Por las condiciones de la mujer (capacidad física, maternidad) se fue dilatando el ingreso y con el tiempo se empezó a achicar el porcentaje de mujeres en campamentos mineros. Se limitaba su inserción solo para los servicios de hotelería y limpieza.
Junto a la comisión directiva de AOMA ideamos este programa en base a la experiencia y la visita a minas en el interior de nuestro país y en el exterior. Empecé a investigar y visitamos empresas mineras donde las mujeres eran en su mayoría las responsables de manejar camiones, por su prolijidad y responsabilidad; uno de los tantos ejemplos.
Demostramos que algo falló localmente y que había que intentar cambiarlo. Lo armamos, con el apoyo de la Gobernación de la provincia de Santa Cruz y lo presentamos a las empresas locales.
Este programa está destinado a mujeres de las comunidades de Puerto San Julián, Gobernador Gregores, Puerto Deseado, Perito Moreno y Pico Truncado. Comenzó con el objetivo de capacitar 500 mujeres en 5 años, específicamente en laboreo de perforación; y obtener mano de obra calificada para que puedan insertarse en la industria. Iniciamos, por la pandemia, clases y encuentros virtuales y con los meses sumamos encuentros presenciales y prácticas con otros temas de capacitación. Nos reinventamos constantemente.
La currícula y el desarrollo del curso están a cargo del departamento de capacitación a través de la mutual de AOMA y en conjunto con proveedores como Enaex S.A para prácticas con explosivos, o Boart longyear para prácticas con equipos de perforación; entre otros.
A la fecha hemos capacitado 126 mujeres, y el 100% de ellas han realizado pasantías en empresas locales. El 50% de las mujeres que han participado en el programa ingresaron a trabajar de forma permanente a las empresas no sólo en áreas de perforación sino como ayudantes perforistas, choferes, en galerías subterráneas y manejo de explosivos.
¿Cuáles son los temas que mayor preocupación generan a la seccional en relación a la mujer minera?
Entre otros desafíos, para las mujeres era y continúa siendo una problemática el trabajo en roster, ya que esto transforma el seno familiar, no importa el género. Trabajamos sobre las ausencias y el cambio de hábito que sufrirá la familia, que no es bueno ni malo, es diferente; y lo saben por adelantado.
Por otro lado, desde AOMA Santa Cruz también generamos nuevas reglamentaciones referidas a temas de higiene, lugares apartados para hombres y mujeres y que las condiciones al ingreso estén dadas. A las empresas les cuesta la incorporación de mujeres porque les parece que genera un gasto al contemplar estas reglamentaciones pero sabemos que al darse las condiciones necesarias de trabajo el rendimiento de las mujeres se potencia.
¿Qué tipo de proyectos tienen hacia futuro ligados a género e inclusión femenina?
Para el segundo semestre del año capacitaremos a 100 mujeres más. Hay tanta demanda que, frente a esta, lo que hacemos parece poco. Sin embargo, hemos logrado concretar el proyecto y tener un mayor porcentaje de mujeres trabajando en minería. La mujer entra en un mundo machista y masculinizado, y tienen por delante el desafío de capacitarse para trabajar en la industria minera mientras mejoramos esta base. Por esto es valorable su inserción en este ámbito. No están llenando un lugar, tienen capacidad y tienen que tener un escenario apto cuando se insertan. Trabajamos por esto.