Por Mercedes Rodríguez,
Directora RR.PP, WiM Argentina
En un mundo en constante cambio, la inclusión de la mujer en industrias no tradicionales va evolucionando y tenemos delante el desafío de seguir robusteciendo estas cifras ya que nos convertirá en una sociedad más preparada, más justa y más heterogénea. Las mujeres debemos aprovechar estas oportunidades que se nos presentan para darnos paso al mundo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (de ahí la sigla en inglés STEM).
La educación STEM es clave para preparar a los estudiantes para el mercado laboral del futuro, y en el caso específico de las mujeres, que tienden a participar menos que los hombres en este tipo de carreras, lograr saldar esa brecha y equiparar las condiciones de fomento y acceso educativo.
Se estima que con el advenimiento de la Cuarta Revolución Industrial los trabajos del futuro requerirán como base competencias STEM independientemente del ámbito de desempeño específico, previéndose que hasta el 75% de los empleos a futuro estarán relacionados con estas áreas. Impulsar la participación de las mujeres en carreras afines al universo STEM nos permitirá acortar distancias que no debemos descuidar ni dejar que se agiganten, especialmente en las regiones menos favorecidas.
Así también, es necesario trabajar en los sesgos inconscientes y los estereotipos que nos limitan a la hora de elegir una carrera: otro dato interesante es que, según UNESCO (2019), las niñas pierden interés en las materias STEM con la edad, especialmente entre los primeros y los últimos años de adolescencia. Nuevamente, la visibilización de esta realidad es clave para poder pensar en soluciones integradoras entre familias, empresas e instituciones, y debemos apoyar a quienes logran superar este desafío y deciden anotarse en carreras no tradicionales.
Resulta vital que estas mujeres puedan terminar sus estudios y participar de programas que les permitan acceder a esos primeros empleos STEM. La agenda 2030 de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible así lo remarca; uno de los grandes desafíos de esta época será el de garantizar la equidad de género en todos los niveles.
Como efecto, brindar a las mujeres igualdad de oportunidades para desarrollarse y prosperar en carreras STEM ayudará a mejorar la estabilidad económica de muchas familias y garantizará una fuerza de trabajo diversa y talentosa con un crecimiento inclusivo, ya que la educación no entiende de género. Según datos del Instituto de Estadística de la UNESCO, una persona que trabaja en STEM gana dos tercios más que las personas empleadas en otros campos. Si esto es así, ¿por qué no ayudar a las mujeres a dar este salto cualitativo que se traduce en prosperidad para la sociedad toda?
Desde Women in Mining Argentina trabajamos para que haya más minería, una minería con más mujeres; mujeres en la mina, mujeres capaces de ejercer liderazgo y acceder a aquellos espacios de decisión en los que se construye nuestro futuro.
Una de las vías es que más mujeres estudien carreras STEM. Es por este motivo que comenzaremos un nuevo camino desde la organización para acercar más mujeres en este tipo de carreras visibilizando el camino de aquellas que lo lograron.
Con esta sección, profundizaremos a lo largo de las ediciones en la temática referida a la educación y la mujer, y les acercaremos información de interés e historias inspiradoras contadas por sus propias protagonistas.
Algunos datos que reflejan una realidad compleja:
Las mujeres constituyen sólo el 29% de las personas que se dedican a la investigación en el mundo (UNESCO, 2019). Su representación en ciertos campos como la matemática o la ingeniería suele ser menor, y tienen dificultades para ascender en su carrera como científicas, publicar los resultados de su trabajo en revistas especializadas y obtener reconocimiento por su trabajo.
En julio de 2019, la tasa mundial promedio de mujeres investigadoras era de solo 29,3% (Instituto de Estadística de la UNESCO), y la brecha se amplía cuanto mayor es el nivel alcanzado en el escalafón. De hecho, solo 3% de los Premios Nobel en ciencias han sido otorgados a mujeres. Algunas de las ocupaciones STEM con mayores ingresos, como la informática y la ingeniería, tienen los porcentajes más bajos de mujeres trabajadoras.