Conversamos Federica Mariconda y descubrimos la historia de las mujeres protagonistas de nuestra industria y su rol destacado en la provincia de San Juan.
Federica es Jefa de Asesores en el Ministerio de Producción, Trabajo e Innovación del Gobierno de San Juan. Política, consultora y periodista. Ha sido gerente de medios de comunicación y ha estado a cargo de las Relaciones Institucionales de entidades privadas.
- Federica ¿Cómo fue tu incursión en proyectos relacionados con mujeres y sus desafíos en la búsqueda de equidad y oportunidades? ¿Hay algún proyecto o situación que te haya marcado para continuar vinculada a esta temática?
Desde mis inicios en la vida laboral como periodista y del trabajo político en territorio me llamaron poderosamente la atención dos temas contrapuestos. Por una parte, mujeres con espíritu colaborativo para organizarse en cooperativas, para ayudarse mutuamente a salir adelante. Pero, por otra, también he visto varias mujeres que cuando tienen roles de liderazgo en ámbitos que tradicionalmente eran reservados para hombres, éstas mujeres a las que les costó llegar, no suelen ser las más solidarias o “sororas” como se dice ahora con otras mujeres. En algunos casos – y hay que decirlo- son capaces de poner obstáculos a otras congéneres para quedar solas en esa cima. Observar esto, de alguna manera me marcó, sí. He hablado con cientos de mujeres y sé lo mucho que les cuesta sostener trabajo, estudio, crianza de los chicos. Incluso sobreponerse a dificultades para fortalecer la autoestima. Creo que el nuevo desafío que tenemos las mujeres es con nosotras mismas. Tomar conciencia que podemos liderar espacios sin ver a otra mujer como rival. Por eso creo que estamos en un punto de inflexión donde hemos logrado ocupar lugares, leyes de cupo, de paridad, etc. y ahora nos toca iniciar un camino más reflexivo, de introspección y sin edulcorar lo que somos. Ponernos en valor, sí, pero ser conscientes que también tenemos que hacer cambios en nosotras mismas.
- ¿Por qué destacas a la mujer como protagonista de la matriz productiva argentina? ¿A qué mujeres destacarías?
Históricamente se entendía que el hombre debía, salir, trabajar y ser el “proveedor” principal para la familia. Mientras a la mujer se le reservaba el rol de cuidar del hogar y los hijos. Este era un patrón cultural que, en unos casos limitaba el poder productivo de muchas mujeres, pero, en otros, contrastaba con lo que en muchos hogares realmente ocurría.
En cada rincón del país, podes ver mujeres que son principal sostén del hogar. Mujeres con ideas y con ganas. Muchas hacen que sus cocinas sean incipientes fábricas de dulces o conservas. Le dan valor agregado no sólo a las materias primas, sino a sus vidas. Otras estampan diseños en alguna prenda básica o a dos agujas o al telar le ponen color a mucho gris que tienen en sus vidas y sus bolsillos. Así como te destaco a estas mujeres anónimas, micro emprendedoras, también hay que destacar a quienes como en la otra punta tuvieron la oportunidad de dirigir grandes industrias, como Amalia Lacroze de Fortabat o Ernestina Herrera de Noble a quienes la vida les puso en sus manos sus empresas y el destino de muchísimas fuentes laborales y ellas, no solo las dirigieron durante décadas demostrando sus capacidades, sino que paralelamente mantuvieron un destacable compromiso social y cultural con la comunidad.
- En San Juan específicamente, la mujer es y ha sido protagonista en diferentes proyectos marcando hitos y haciendo punta ¿Podrías destacar algunos de estos hitos?
Pocos saben que en San Juan la mujer votó por primera vez, 23 años antes que se reconociera ese derecho en el resto del país. El voto femenino en mi provincia se estipuló en 1928 y votaron el 98% de las mujeres empadronadas. En el resto del país recién en 1951 fueron a las urnas. Esto trajo de la mano que fuera también San Juan el lugar donde por primera vez una mujer ocupó una banca legislativa. Fue Emar Acosta, no sólo la primera legisladora de Argentina sino de toda Sudamérica. Este hecho fue noticia internacional.
Otro hito importante fue el terremoto del 44, la mayor catástrofe natural del país, donde hubo que reconstruir la provincia prácticamente de cero. Ahí las mujeres que perdieron hijos, padres y vieron derrumbarse sus casas, fueron también quienes sostuvieron el temple y generaron un carácter y una fortaleza que las hace únicas.
Y si nos remontamos a la época de la lucha por la independencia, las mujeres sanjuaninas fueron activas partícipes de la gesta sanmartiniana. Las Patricias Sanjuaninas, reunieron fondos y aportaron hasta sus joyas para ayudar a solventar parte de la campaña. También pintaron y bordaron la bandera de Cabot, con que una de las columnas de soldados cruzó Los Andes. Y muchas otras estuvieron trabajando sin parar preparando los víveres, uniformes y también despidiendo a sus maridos o hermanos que debían atravesar la cordillera y pelear contra las tropas españolas.